Damianos y Ares, ejes protagonistas

Dos figuras opuestas en una sociedad donde la brecha de clases está claramente diferenciada. ¿Pueden tener algo en común?

8/20/20255 min read

La acción se narra en primera persona desde el punto de vista de varios personajes que irán apareciendo poco a poco. Sin embargo, el peso de la trama y la voz cantante la llevan Damianos y Ares. Con el primero de ellos lo tenía claro; el segundo llegó abriéndose paso de manera inesperada y creo que la confluencia entre ambos personajes dota a la historia de una trama mucho más potente. Estoy absolutamente enamorada de los dos.

Damianos Asterion tiene 18 años y ha nacido en el distrito de Khamára. Dejó los estudios a los 16 años y empezó a trabajar para ayudar a su madre después de que su padre los abandonase cuando él tenía 14 años. Enfermo y desesperado, el hombre los dejó sin nada, prendiendo una rabia interior en su hijo que lo guía en gran medida a pesar de la lucha de su madre para que se olvide de eso. "Manos, cabeza y corazón son todo cuanto necesitas par salir adelante. Lo que pasó ya no influye". Ese es el mantra con el que Eirene, su progenitora, trata de enfocar los sentimientos de Damianos.

Dami, como lo llaman los más cercanos, trabaja en Industrias Xilo, que importa madera natural del planeta Gaia. Es un trabajo duro y exigente, pero que le concede un buen sueldo para hacer frente a los gastos, junto con su madre. Del mismo modo y a pesar de sus reticencias iniciales, Damianos recibe formación por parte de Adrastos Nikolaidis, un famosísimo científico que durante toda su vida se movió entre la Élite y que, un buen día, decidió dejarlo todo y trasladarse al distrito de Umbría, los barrios bajos de Rodas, dedicando su vida a idear formas de ayudar a los más desfavorecidos; harto de las altas esferas y de sus ambiciones.

Eirene insistió para que Adrastos accediera a dar clases a su hijo, pues Damianos es un joven sumamente inteligente; tanto así que, aun habiéndolo rechazado varias veces, como hizo con otros tantos más, el hombre acaba aceptándolo. Junto a su androide, Artemisa, trata de espolear las capacidades de Dami que, aunque se siente agradecido, preferiría dedicar ese tiempo a trabajar y poder obtener más dinero.

Damianos no es ningún idealista, sino un joven que acepta con resignación el funcionamiento de la sociedad, especialmente con respecto a los C.R.C y los lapsos. Un mal necesario, pero un mal al fin y al cabo. Un mal que ricos y pobres no afrontan del mismo modo ni con las mismas garantías. Eso es algo que lo enfurece, pero contra lo que no se rebela. Su gran obsesión consiste en ser capaz de tener más, aunque sea consciente de que nunca podrá acercarse a las Élites. Y, precisamente, en esa obsesión, acabará metiéndose en un lío de dimensiones épicas que cambiará para siempre su destino.

Ares Cleón es el hijo de Cástor Cleón, uno de los hombres más poderosos de Rodas, de Hellas y hasta del Sistema Panhelénico. Dueño de la Corporación Dédalo, que se dedica a la investigación y desarrollo en el campo de la aeronáutica espacial. Dédalo es también el principal suministrador de naves para la Égida, el ejército de Hellas.

Ares tiene 22 años y ostenta el cargo de hiparco en la legión estelar, un logro que es la guinda a una carrera fulgurante que ya dio inicio antes de su ingreso en la academia (y que, por suerte o por desgracia, no está exenta de la influencia de su padre). Ares es un apasionado de las naves y la velocidad. Su vocación, además, le viene por parte de su abuelo, Áyax Cleón, reconocido militar ya retirado que en su día ostentó el cargo de Strategos supremo de la Égida.

Su rol está claro y sus motivaciones también, pero las relaciones dentro de ello son complejas. Su abuelo espera de él lo que no obtuvo de su hijo (el padre de Ares). A pesar de que Áyax arrastró a Cástor a la academia con apenas 15 años, el único vástago del militar no deseaba dedicar su vida a la legión. Abandonó, prendiendo una fuerte decepción en su progenitor y se dedicó a la política, campo que lo vio coronarse como un hombre exitoso e influyente. El hombre más poderoso del mundo, en boca de muchos.

Ares sí deseaba seguir los pasos de su abuelo y empezó a hacerlo pronto, prendiendo en Áyax un orgullo directamente proporcional a la exigencia que vuelca sobre su nieto. Todo es siempre mejorable y cada error cae sobre Ares como una pesada losa en forma de regañina o reproche. Algo que se ve acentuado después de un grave accidente que casi le cuesta la vida al muchacho y que sí acabó costándosela a su mejor amigo. Algo cambia en él a partir de ese día, se vuelve más cauto a los manos de una nave, más frío, También en lo personal: el joven arrogante, carismático, sociable y seguro de sí mismo da un paso atrás, alejándose de los focos persistentes de la Élite, que vende su imagen como un ejemplo de rectitud, disciplina y éxito.

Áyax le exige sin descanso y Ares no se deja amedrentar, a pesar del respeto que le debe a su abuelo. Sabe que las prioridades de ambos son muy diferentes y la brecha generacional empieza a dejar desfasado a Áyax, concediéndole a Ares armas para herir tanto como él mismo es herido.

A esta lucha, Cástor asiste desde un segundo plano. Algo en el hombre más poderoso del mundo lo muestra como un niño asustado ante su padre. En su hijo admira la determinación y el carácter que lo hacen no achantarse ante Áyax, aunque uno parece llevar siempre las de perder. Su hijo es su propio espejo. El apoyo del magnate hacia su vástago es incondicional, pero se da desde las sombras; un apoyo que se mezcla con el sentido del deber que Cástor le inculca. El hombre desearía que su hijo no hiciera carrera en la Égida, pero si Ares decide hacerlo, deberá honrar su apellido y ser el mejor.

Cuando la vida de Damianos y Ares confluyen tras una inesperada situación, verán enfrentado todo lo que han vivido, los prejuicios, las diferencias. La Élite vs El Fraktal (forma en la que se conoce a todo el que queda de las altas esferas). ¿Encontrarán un punto de convergencia o son dos mundos condenados a enfrentarse?